martes, 12 de octubre de 2010

El Circo de Mourinho no admite León

Vaya por delante mi reconocimiento a la labor del técnico portugués como entrenador de fútbol. Sus éxitos son indiscutibles. En sus comienzos, tras la andadura como ayudante – traductor en el Barça, hizo campeón de Europa al Oporto, un equipo medio de la Champions League. La pasada temporada también lo consiguió, esta vez como preparador del Inter de Milán, con un conjunto en el que había muy buenos jugadores pero una gran mayoría eran descartes de otros equipos europeos como el caso de Etoo y Sneijder. Entre estas dos etapas de su carrera deportiva, estuvo en el Chelsea con el que ganó seis títulos en tres años, y a puntos estuvo de lograr la Champions pero un año un árbitro noruego y otro un maldito resbalón de Terry le privó de conseguirla. Actualmente es el entrenador mejor pagado de Europa y además es  junto a Ernst Happel y Ottmar Hitzfeld el único entrenador que ha sido campeón de la Liga de Campeones de la UEFA con 2 equipos distintos (Oporto e Inter de Milán).

Por lo tanto,  a la vista de su envidiable currículum, es digna de aplaudir su excelente trayectoria como entrenador. Lo que considero más discutible son sus formas, especialmente la manera de tratar al muleño Pedro León. No es algo nuevo, todos conocemos cómo se las gasta el portugués. Le gusta ser el centro de atención, de ser un agitador. Sus defensores aseguran que lo hace para quitar presión a sus jugadores y motivarles. Sus detractores que es un prepotente y se cree el centro del universo. En mi opinión comparto más la opinión de los segundos. Es posible que quiera quitar presión a sus protegidos, pero me cuesta creer que únicamente lo haga por eso. A José le gusta montar su propio circo y a diario vemos que  ante un micrófono o una cámara se siente más cómodo que Belén Esteban. Y en ese circo no admite León, nuestro Pedro León.

Para los que somos de la generación de Gaby, Fofó, Miliki y Milikito, dónde los payasos y los leones eran las estrellas, esto nos viene grande. ¡Cómo han cambiado los circos desde entonces! Ahora los que se llevan son el Circo del Sol (por cierto, grandioso espectáculo, lo recomiendo ya que es un verdadero lujo para la vista); y el Circo de Mou (tengo que reconocer que éste me gusta menos, quizás sea por lo cansino que es verlo dos o tres veces por semana). 

Pues bien, en una de sus múltiples funciones, el técnico portugués sacó a relucir su lengua viperina en forma de látigo intentando domar a León. Textualmente el entrenador del Real Madrid vino a decir que “Pedro León no es ni Maradona, ni Zidane ni Di Stéfano. Hace dos días estaba en el Getafe. Si no trabaja como a mí me gusta no jugará. No está en la convocatoria por yo no quiero”. Estos fueron algunos de los azotes con los que castigó al jugador murciano.

 Al parecer los motivos por los que el míster no cuenta con el jugador son: primero,  que no le gustó la actuación de Pedro en el partido contra el Levante en el que incumplió sus órdenes (quizás por eso fue el mejor del desastroso partido de los merengues); segundo, que comentó en el vestuario que se veía preparado para ser titular (no creo que haya nada de malo en eso, lo dice Cristiano Ronaldo hasta en los entrenamientos ,pero como él sí puede ser egoísta con el beneplácito de todos); y tercero que el jugador se fue a curar sus heridas a casa de su ex entrenador en el Getafe, Michel (me parece bien, uno se cura las heridas con sus amigos, también se van  otros a curarlas con Paris Hilton).

Y yo me pregunto: ¿Para qué todo este embrollo? ¿Alguien cree necesario domar a Pedro León? Como decía anteriormente, hay muchas voces favorables a Mourinho que están convencidos que lo hace para motivar al futbolista. Yo no lo creo así, en mi opinión eso no es motivar, esas palabras de Mourinho lo que hacen es señalar con el dedo acusador al jugador. Está diciendo, no sólo a él, sino a toda la opinión pública que no trabaja y eso no motiva a ningún profesional. Me consta que Pedro León está fastidiado. Tiene unas ganas enormes de trabajar,  demostrar a toda la afición del Real Madrid la gran calidad que atesora como ya hizo en las últimas temporadas en Valladolid y Getafe y que a punto estuvieron de llevarle a la Selección de Vicente del Bosque. Pedro León quiere rugir. Y lo hará, estoy convencido.

Afortunadamente, Pedro León no es Maradona, Zidane ni Di Stéfano. A estos tres excelentes futbolistas ya sólo los podemos ver en videos, ya dejaron el fútbol. En cambio, al joven muleño le quedan muchos años para poder seguirlo y admirarlo. Disfrutar de sus internadas por la banda derecha, sus lanzamientos de faltas y sus medidos centros al área.

Y una última cosa, deseo que cuando Pedro León vuelva a rugir y desplegar todo el fútbol que lleva en sus botas, no aparezcan toda esa panda de demagogos y ventajistas colgando la medalla a Mourinho, dándole la razón por su arte de motivar. De eso nada, Pedro triunfará y lo hará por él y su equipo. Que nadie nos cuente milongas de métodos extradeportivos y técnicas de especiales de motivación circense. Yo no creo en ellas. A mí me van los payasos y los leones, los circos de antes.

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