El presidente del Cartagena sigue con su cruzada contra todo lo que huele a prensa deportiva en la ciudad. El de Jacarilla ha despedido a Javier Rufete, un excelente profesional que ha estado a cargo de la jefatura de prensa del club durante ocho meses en los que ha dado muestras, en infinidad de ocasiones, de su compromiso con el club y ha desarrollado su actividad de forma impecable.
Paco Gómez continúa cortando las alas a todo aquello que le resulta incómodo dentro de su cortijo. Primero ordena a sus técnicos y jugadores que hablen para la prensa únicamente cuando y donde el club decida.
Y ahora, pues se carga al jefe de prensa. Sin previo aviso y sin más explicaciones que las han querido filtrar. Al parecer al gran jefe "no le gustaba su forma de trabajar y no tenía confianza en él". ¿Qué no le gustaba la forma de trabajar? Sería al único, porque Javier Rufete ha recibido felicitaciones por su trabajo por parte de la afición, dirigentes de equipos que visitan el Cartagonova, de jugadores, de técnicos y por supuesto de los medios de comunicación, tanto de los de casa como los que llegan para cubrir la información desde otras ciudades.
Es posible que, precisamente esto, sea lo que más fastidie al empresario de Orihuela, su buena relación con la prensa. Curiosamente esa es una de las labores de los encargados de este departamento, pero para este club de estructura tercermundista e inmovilista todo lo relacionado con los medios de comunicación es algo oscuro y no es del agrado del patrón que exista buena armonía.
Rufete actualmente estaba tratando de reconducir la situación del veto que el presidente había impuesto a la prensa desde hace unas semanas. Así mismo en el tiempo que ha estado en su cargo, ha hecho del departamento de comunicación del club que pase a ser el más, si no el único, estamento profesionalizado. Y es justo indicar que además de esta labor, también ha hecho de "chico para todo". Lo hemos visto de speaker, acompañando a jugadores a toda clase de actos, limpiando sillas para los compañeros, repartiendo cajas de vino a los socios, hablando con la afición para conocer sus inquietudes y sudando, en el sentido literal de la palabra, cuando subía del césped a las cabinas de prensa durante los partidos para comprobar si nos hacía falta algo.
Suerte a Javier en su nueva andadura profesional, que tratándose de él le aparecerá muy pronto. En su despedida, así llama él a su mensaje enviado a los medios, también ha sido elegante y no ha querido decir nada en contra del F. C. Cartagena. "A través de estas letras quiero agradeceros los ocho meses que he podido compartir con vosotros. De todos he aprendido y de todos me llevo un sensacional recuerdo. Mis disculpas a aquellos a los que por una circunstancia u otra les haya podido molestar, nunca sabéis que con intención. El club ha decidido en el día de hoy prescindir de mis servicios por lo que me marcho a casa. No me pidáis explicaciones porque a mí tampoco me las han dado, y entiendo que no tienen porque dármelas", éste ha sido el escueto comunicado de Rufete.
Con esta decisión, el presidente sigue manejando a su antojo un club que en vez de avanzar para su total profesionalización, va dando tumbos institucionalmente. Tras esta destitución, y de forma provisional, le sustituye Cristina Bustillo, que hasta hoy desempeñaba las funciones de adjunta a la Dirección General.
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